Con respecto al polémico nombramiento de un Superdelegado para Vigo y la anunciada manifestación en defensa de la capitalidad de Pontevedra, en todos los partidos políticos se han mostrado diferentes sensibilidades entre los afiliados, en función de su procedencia. También entre los afiliados de UPyD, como fiel reflejo de sociedad real que opina en la calle, mostramos nuestras sensibilidades según perspectivas diferentes.
Recientemente un afiliado a UPYD, Augusto Obenza, ha publicado un artículo, editado en la web de UPyD , titulado La administración está para servir a los ciudadanos
Mi perspectiva sobre la cuestión difiere notablemente (en relación a la manifestación en Defensa de La Capitalidad de Pontevedra) de la de Augusto; quizás porque nuestras perspectivas son, simplemente, diferentes
Aparentemente (me parece), se manifiesta a favor de la creación de la figura política del los Superdelegados, y parece dar por hecho que es la razonable postura de nuestro partido, ya que no recorta nuestros derechos y pretende mayor funcionalidad a las Delegaciones y mejorar el servicio a los ciudadanos. Hasta aqui todo bién. Pero, lamentablemente pienso que esta no es la verdadera finalidad de los Superdelegados (promesa del programa electoral del PP basada en la reducción de altos cargos, para mayor austeridad de la Xunta del PP), que creo pronto derivará en cuantiosos gastos que supondrán mas despilfarro que en el pasado.
Reconozco que esta figura del Superdelegado me da un tufillo de "comisarios políticos del PP", y no termino de entender su necesidad en una organización política territorial en la que todos los concellos están representados en la Diputación Provincial. Si la Xunta ahora quiere coordinar su política con los Concellos a través del Superdelegado, ¿no suplanta este las funciones del Presidente de la Diputación Provincial.? Estaría bien que el partido se pronunciase sobre si está a favor o en contra de estas figuras de los Superdelegados (el nombrecito ya mueve a chanza tipo comics), creo yo.
Su perspectiva de la rivalidad entre Vigo y Pontevedra (la de Augusto) parece denotar claramente que está inmerso en ella desde el lado de la ciudad olívica, lo cual me parece lógico ya que es de allí aunque resida en Villagarcia. Quizás por eso no valore suficientemente la opinión que al respecto tenemos los de las otras Rias Baixas. En Pontevedra "norte" pensamos que, además de ser la capital de la Provincia y exigir que esa capitalidad no sufra merma en función de determinados intereses partidistas, estos nombramientos son "de facto" una encubierta división de la provincia de Pontevedra en dos: Pontevedra y Vigo.
Si es así, que se diga claramente y se aborde la Reorganización Territorial que las Comunidades Autónomas y el Estado decidan democraticamente. La única "rivalidad", al decir de muchos, es la Vigo que quiere ser la Capital y desprecia a los Pontevedreses por vagos y funcionarios; y la de Pontevedra que defiende su capitalidad y achaca a Vigo falta de cultura y desmedida ambición (además de ciudad incómoda). En toda Galicia se dan cuestiones de este tipo. Quizás no muy racionales, anidadas en los sentimientos de los ciudadanos y expresadas en la calle día a día, que los partidos políticos deberían siempre tener en cuenta. Yo soy de los que creen firmemente, como bien dice Rosa Díez, que debemos elevar a categoría de opinión política lo que la gente expresa en las charlas de café.
Ahora que reside en Vilagarcia, Augusto habrá notado que el resto de los vecinos de O Salnés se refieren a los Vilagarcianos como "os injleses". (A este respecto recuerdo una anécdota de años atrás, cuando en Vilagarcia intentaron celebrar una "Fiesta do Albariño" y una Peña de Cambados sacó una camiseta reindivicativa, en la que se podía leer: INJLESES, CELOSOS, O ALBARIÑO E TODO NOSO). Gusten o no, se compartan o no, estos posicionamientos son condicionantes sociales en los que tenemos que desarrollar nuestra acción política. Y debemos estar atentos a ella, sea cual sea la postura final adoptada colegialmente por UPyD
En lo relativo a los desplazamientos de Vigo a Pontevedra, y de Pontevedra a Vigo, tan solo recordar que seguimos pagando el peaje de Rande...... Pero lo que todavía no alcanzo a entender e s como afecta al ciudadano de a pié el nombramiento del Superdelegado en Vigo.. Supone esto que se van a crear o trasladar oficinas de una ciudad a otra? Por lo que se ve hasta ahora no: los ciudadanos vamos seguir acudiendo a las mismas oficinas que hay abiertas ahora.
Donde pues, está el mejor servicio a los ciudadanos. No será que la figura del Superdelegado será utilizada para otorgar ayudas, subvenciones, proyectos, compromisos o lo que sea ,en función de las necesidades políticas del Partido Popular? No actuarán como repartidores de dádivas como pago a favores políticos?
Si las Diputaciones no cumplen su cometido, habrá que abordar su desaparición. Si la organización política que establece las Provincias es obsoleta, reorganícese de nuevo y que se plantee un nuevo modelo de Organizacion Territorial y Política, pero mientras tanto, todos estamos sujetos a la ley y parece que este invento de los Superdelegados es un invento para sortearla.
En esta "intencionalidad política de PP" incorporo el agravio comparativo. Cuál es la razón por la cual Ferrol o Santiago no tienen Superdelegado como Vigo?
Me limito a exponer mi opinión en contra del nombramiento de Superdelegados y anuncio mi intención de sumarme a las acciones que cívicamente se organicen en Defensa de la Capitalidad de Pontevedra y contraria a la creación y nombramientos del Superdelegado de la Xunta en Vigo
Mas allá de la capitalidad de la provincia, que no observo ningún motivo que induzca a cambio, me preocupa lo de los súperdelegados en varias perspectivas.Una en la que opino que tal vez se reduzcan los altos cargos, pero se van aumentar los costes. Me da que Tourís que lleva varios años viéndolas venir como Senador y como Alcalde, no se va poner ahora a trabajar como un poseso.Tal vez se disminuyan los altos cargos y se aumenten los intermedios y los asesores, con lo que estaremos en las mismas. La otra cuestión es que la administración ya de por si el lenta, no veo la necesidad de tanta burocracia, Xunta, Diputación, Superdelegación, Concello. Todo esto es más gasto, más políticos a chupar del bote. Si ya me parecen inútiles las diputaciones, este invento aún más. Feijóo nunca creyó ganar y ahora es esclavo de promesas partidistas y de colocación de amiguetes. Quien debe estar contento es Telmo
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